Conclusión

La Nación – 20 de junio de 2016

El edificio de Comodoro Py, sede de los juzgados nacionales y lamentablemente famoso en estos momentos, fue construido como sede de la legendaria Dirección Nacional de Vialidad (antes Puentes y Caminos), organismo que se formó en la década de 1930 para construir la futura infraestructura de obras públicas del país que permitiría nuestro crecimiento y desarrollo. Hoy sirve para que un ex responsable de las obras públicas nacionales sea juzgado por diversos delitos, mientras que los puentes y caminos argentinos son obsoletos, inservibles, inseguros e insuficientes.

La conclusión del porqué de nuestro descenso a los infiernos es muy clara.