La Nación – 13 de enero de 2017
Hace un mes contaba en una carta sobre mi frustrado trámite online en la web
del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Al tener que cotejar mi DNI con
la persona que lo porta, la base de datos me da una única posibilidad de
coincidencia con una ciudadana del mismo número de DNI, pero llamada Sonia
Vergman: ver mi firma a esta carta. Además, legalmente tengo un segundo
nombre, el que, aunque no lo use cotidianamente, debería haber aparecido.
Después de un mes, todo sigue igual. ¿Los empleados que solventamos los
vecinos de la ciudad con nuestros impuestos son bromistas o iletrados?
Corrijan este error urgentemente. ¡Devuélvanme mi verdadero apellido!