Diario La Nación – 26 de octubre de 2013
Queremos manifestar nuestro acuerdo con lo expresado por la señora Verónica Tornquist en su carta publicada el 23 de octubre de 2013 en el sentido de que el Rosedal de Palermo sea más accesible para que todos lo disfruten. Pero no tenemos que olvidarnos de que se trata de un jardín histórico protegido por ley, de un conjunto monumental en el que hay que compatibilizar la accesibilidad con el respeto a las partes que lo conforman, de un paisaje en el que la granza es un elemento fundamental. Por ello sugerimos que esta cuestión se resuelva disponiendo en el acceso de carritos eléctricos, para que quienes tengan algún tipo de dificultad motriz puedan recorrerlo sin que se vea alterada esta obra de arte que suma los aportes de varios grandes creadores -Benito Carrasco, Eugenio Carrasco y Carlos León Thays (h.)- con el reemplazo de aquel característico material por cemento, como lamentablemente suele hacerse cada vez que se interviene una plaza o un parque de nuestra ciudad.
Marcelo Magadán
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